viernes, 26 de junio de 2009

Control de Lecturas V

Margarita Campos Sierra
Maestría en Educación
Primer Cuatrimestre

LA EDUCACIÓN EN LOS SIGLOS XVI Y XVII
Mario A. Manacorda

INTRODUCCIÓN

La educación durante los siglos XVI y XVII se caracteriza por la expansión del espíritu y los contenidos del humanismo a toda Europa así como por el desarrollo de modos de vida más dinámicos y mundanos; se ponen en juego los fundamentos morales y políticos de las viejas sociedades y se desarrollan nuevos modos de producción, acabando así con las viejas corporaciones artesanales llevando a la conquista del nuevo mundo.

Surge la posibilidad de resumir la educación de toda la vida a solamente 3 años, para después, durante el siglo XVII se reglamentó la organización en clases, horarios y programas. Establecía 6 años de estudio.

A continuación se expondrán de manera detallada la evolución aquí mencionada.

DESARROLLO

Durante los siglos XVI y XVII los movimientos populares heréticos habían promovido la difusión de la instrucción, con el fin de que cada individuo pudiese leer e interpretar la Biblia personalmente.

En ese momento, en la ciudad de Munerstadt se establece que todos los hijos de los ciudadanos deben ser instruidos y adoctrinados gratuitamente en las escrituras cristianas evangélicas, y sin ningún pago a los maestros o a la escuela, a fin de que todos los niños, según sus capacidades, pueden ser lo más hábiles posibles en sus oficios o en su actividad.

En 1523 Ulrich Zwingli publicó un libreto para la instrucción y la educación cristiana de los niños; en ese momento Lutero decía en Alemania que la prosperidad, la salud y la fuerza mejor de una ciudad consiste en tener muchos ciudadanos, instruidos, razonables honestos y bien educadas. El mundo tendría necesidad de hombres que pudieran gobernar ciudades y personas, y mujeres capaces de mantener la casa, los niños y la servidumbre.

Lutero abre las puertas para un proyecto de una escuela nueva que en tres años desarrolle un programa educativo equivalente al que requería la vida eterna, para llevar a cabo este programa, él dice que Dios ha llamado al hombre a trabajar porque él mismo trabaja, y se ocupa de oficios comunes.

En 1526 Melancton dijo que en una ciudad bien ordenada hay necesidades de escuelas, donde los niños sean instruidos.

Durante el concilio de Trento se insistió mucho en los libros y en la escuela. El papa León X aprobó disposiciones severas como que nadie debería imprimir ningún libro si no ha sido antes profundamente examinado y aprobado por el obispo que tenga competencia en la ciencia del libro en cuestión. Quien intentara algo en contrario, además de perder los libros y verlos quemar públicamente, quedaría implicado en la sentencia de excomunión.

El Obispo Beccatelli decía que no había ninguna necesidad de libros puesto que había demasiados en el mundo.

En ese momento el concilio condenó varias clases de libros:
· Los libros heréticos
· Los que tratan ex profeso argumentos lascivos u obscenos
· Los de geomancia, hidromancia, aeromancia, piromancia, onomancia, quiromancia, nigromancia.
· Los que contienen sortilegios, maleficios, augurios, auspicios, encantamientos de magia.
· Los libros escritos por autores ya condenados.

El concilio de Trento apeló a la reorganización de las escuelas católicas, reorganizó las escuelas de las iglesias metropolitanas y las más pobres de los monasterios y conventos.

A finales del siglo XVI se reglamentó el sistema escolástico jesuítico: la organización en clases, los horarios, los programas, las disciplinas. Establecía 6 años de estudios inferiores, divididos en cinco cursos:
· Tres de gramática
· Uno de humanidades o poesía
· Uno de retórica

También se estableció un trienio de estudio superior de filosofía (lógica, física, ética), un año de metafísica, matemática superior, psicología fisiología y un periodo de actividad práctica de enseñanza.

La teoría y la práctica educativa se abren camino entre conflictos y contradicciones. Se manejaba una sana educación humanística, dirigida a atender igualmente la mente y el cuerpo.

Dicha educación era rica de conocimientos teóricos y prácticos sobre los oficios y las industrias, las ciencias reales y las lenguas clásicas, el derecho y la moral, sin exclusión del trabajo manual.

Existen dos aspectos característicos durante la crisis de la cultura a finales del siglo XVII:
· La decadencia de la universidad como centro de cultura
· La expresión al culto de Aristóteles, Hipócrates y Galeno.

Los utopianos aprenden las ciencias en su lengua, no le dedican más de seis horas al trabajo, muchos dedican sus horas libres al estudio de las letras.

Es justo en ese momento cuando se descubre la imagen de una sociedad nueva, revolucionaria, a partir de tres grandes descubrimientos:
· Imprenta
· Brújula
· Pólvora

Es la futura sociedad industrial, donde ciencia y técnica predominan y cambian el mundo, con sus academias como centros de investigación científica, que se oponen a las universidades.

Campanella, Bacon y Giordano Bruno serán el constante punto de referencia para los pedagogos innovadores del siglo XVII, un siglo en el que afloran las utopías especialmente pedagógicas.

Comenio propuso una escuela para toda la vida, dividida en ocho grados, enseñando todo a todos totalmente. En el nivel de la práctica didáctica resalta la búsqueda y valoración de todas las metodologías. En ese tiempo se elaboró un manual concebido como un atlas científico ilustrado. En el libro titulado Corrección o Reforma Universal, él explica por qué se debe iniciar en seguida la reforma escolástica.

Comenio no fue un revolucionario, fue un utópico, que creía estar en el fin del mundo y trabajaba más en vista al fin que en vista al futuro del mundo.

Samuel Hartlib llevó a cabo la reforma y modernización de las escuelas, proyectando un gimnasio mecánico y escuelas profesionales donde todos podían aprender un oficio y al mismo tiempo recibirían también una formación cultural similar a la de los grupos privilegiados.

Locke admitió que leer, escribir y saber son necesidades, pero no que sean la cosa más importante. “No está en sus cabales quien no considera a un hombre virtuoso y sabio infinitamente mejor que un gran erudito. Se debe tener cultura, pero ésta debe estar en segundo lugar y subordinada a otros dotes mayores”.

El juego, la práctica, la persuasión razonable, los métodos no autoritarios y el autogobierno son los instrumentos de esta pedagogía, que persigue no la variedad de los conocimientos sino la libertad del pensamiento.

CONCLUSIONES

Los siglos XVI y XVII resultan del los más importantes para la historia de la educación pues marca una diferencia considerable en las ideas anteriores y una gran similitud con las ideas actuales. La evolución educativa con el paso de los siglos ha dado paso a nuestro actual desarrollo educativo, abriendo puertas también a la formación de nuevas corrientes que atacan todas las vertientes de la enseñanza como ciencia.

Durante estos siglos se continúa con el humanismo como base dando una carga religiosa fuerte, incluso se pretende que la iglesia siga teniendo control casi total sobre la educación.

REFERENCIAS

ALIGHIERO M., Mario. (2007). Historia de la educación 2 del 1500 a nuestros días. México: Siglo XXI Editores.

1 comentario:

  1. MARGARITA:

    FELICIDADES UN EXCELENTE TRABAJO, COMO LOS QUE TE CARACTERIZAN.

    MTRO. JAVIER ORANTES

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